El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, anunció una medida económica que promete tensar las relaciones comerciales y diplomáticas con los países vecinos: a partir del 20 de enero de 2025, impondrá un arancel del 25% a todos los productos que ingresen desde México y Canadá. Trump argumentó que esta decisión es una respuesta a la "invasión" de inmigrantes ilegales y el tráfico de drogas, especialmente de fentanilo, que cruzan la frontera norteamericana.

En su plataforma Truth Social, Trump expresó que este arancel será una de sus primeras órdenes ejecutivas y que permanecerá vigente "hasta que las drogas y los inmigrantes ilegales dejen de invadir nuestro país". Además, afirmó que tanto México como Canadá tienen el poder para solucionar estos problemas de manera inmediata.

Impacto económico y reacciones internacionales

Los aranceles, que en la práctica funcionan como un impuesto a los bienes importados, podrían elevar los precios para los consumidores estadounidenses. Según el Instituto Peterson de Economía Internacional, políticas similares en el pasado han costado a los hogares típicos más de $2,600 dólares al año. Si bien Trump sostiene que estas medidas beneficiarán a la industria nacional, numerosos economistas advierten que también podrían intensificar la inflación.

La embajada de China, otro objetivo de los planes arancelarios del presidente electo, criticó duramente estas propuestas. El portavoz Liu Pengyu calificó la idea de una "guerra de aranceles" como perjudicial para ambas partes y negó que China permita conscientemente el flujo de precursores de fentanilo hacia Estados Unidos. Por su parte, México y Canadá aún no han emitido comentarios oficiales al respecto.

El regreso de una estrategia conocida

La postura de Trump no es nueva. Durante su primer mandato, utilizó aranceles como herramienta para ejercer presión sobre países como China, con efectos mixtos. Si bien argumentó que estas políticas fortalecieron la economía estadounidense, también desencadenaron represalias comerciales que afectaron la competitividad de productos nacionales en mercados extranjeros.

Con la elección de Scott Bessent como su probable secretario del Tesoro, Trump podría buscar implementar los aranceles de manera más gradual para mitigar su impacto inflacionario. Sin embargo, su enfoque agresivo no deja espacio a dudas: promete aranceles aún más altos en su segundo mandato, como un 60% para bienes chinos y un arancel general de hasta el 20% para todas las importaciones.

Un desafío político y diplomático

La decisión de Trump de vincular cuestiones de comercio con migración y tráfico de drogas refleja una estrategia que combina populismo económico con seguridad nacional. Sin embargo, los costos potenciales para las relaciones con México y Canadá, socios clave en el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), podrían ser significativos.

Con estas medidas, Trump se prepara para iniciar su segundo mandato con un enfoque que promete revivir las tensiones comerciales a nivel global, al tiempo que busca consolidar su base política interna. Resta ver cómo reaccionarán los mercados, las economías vecinas y, sobre todo, los consumidores estadounidenses frente a esta polémica estrategia.