“Mi familia es muy honrada”, fue la frase que pronunció ayer Víctor Cervera Hernández, candidato a la alcaldía de Mérida por Movimiento Ciudadano, durante el debate organizado por el Consejo Coordinador Empresarial (CCE).
“Vengo de una familia que ha trabajado por su estado, somos gente de trabajo, honrados, que hablamos de frente, que no nos escondemos, que si están los problemas en Mérida los reparamos”, indicó el aspirante a regidor al concluir el ejercicio cívico organizado por la iniciativa privada.
Quizá cuando dice que su familia es muy honrada se refiere a su prima Ivonne Ortega Pacheco (que fue quien lo impuso como candidato a primer edil) o a su hermanito Felipe Cervera Hernández, presidente de la peor legislatura estatal.
Hay que recordar que su prima Ivonne Ortega inició y luego abandonó la construcción de dos hospitales (en Ticul y Tekax), propiciando que los yucatecos más pobres murieran por falta de atención.
Recordar también que Ivonne endeudó el estado, siendo posiblemente el Gran Museo del Mundo Maya el símbolo del derroche, el cual fue calificado en el 2020 por el presidente del Consejo Coordinador Empresarial de Yucatán (CCEY) Michel Salum Francis, como un “elefante verde”.
Hasta el año pasado, el Gran Museo del Mundo Maya le costaba a los yucatecos 250 millones de pesos al año, y solo generaba un millón de pesos, todo por un capricho de la entonces gobernadora Ivonne Ortega, quien en lugar de construir y pagar totalmente el dichoso recinto, optó por el esquema de Proyectos de Prestación de Servicios (PPS) que no es otra cosa que la deuda que le tiene que pagar el pueblo a un particular a cambio de una obra pública.
Y el empresario encargado de construir (y cobrar el costo de) el museo fue Carlos Hank Rhon.
Y cuando Víctor Cervera habla de “reparar Mérida” tenemos que recordar cuando su prima Ivonne ordenó “reconstruir” todo el centro histórico de la capital yucateca, algo que costó cientos de millones de pesos, y que no solo no mejoró el espacio público, sino que lo empeoró.
Como todos saben, mediante un millonario préstamo al BID, Ortega Pacheco “reparó” el centro de la ciudad, tardó muchos meses en terminar la obra, le costó cientos de millones de pesos a los yucatecos y además no lo hizo bien.
El responsable de esta aberración fue Francisco Torres Rivas, quien era secretario de Obras Públicas y ahora es candidato del PRI a diputado por el primer distrito local. De ahí el sobrenombre de "Pancho Banquetas".
Y continuando con la familia honrada de Víctor Cervera, ahora hablaremos de su hermanito Felipe, quien lleva 14 años viviendo del erario de forma ininterrumpida: empezó como diputado local, luego fue legislador federal, posteriormente Rolando Zapata lo nombró secretario de Desarrollo Rural, luego volvió a ser diputado federal y ahora cobra como legislador presidente del Congreso del Estado.
En tres años que lleva cobrando como diputado no se le recuerda ninguna iniciativa que impacte en la economía de los yucatecos, y nunca regresó a su distrito (el séptimo).