En el PAN el pacto de unidad se parece un poco al espejismo de una oposición en el Congreso del Estado que todavía no logra distinguir que las primeras flamas del gasolinazo muestran a una sociedad yucateca enojada, tan proclive a la ridiculización de las autoridades como al desahogo a través de la caricaturización del gobierno.

Tarde, muy tarde, Raúl Paz y su bancada -ese chivo en cristalería- dieron a conocer su postura sobre el tema de Uber, cuando esa discusión debió haber iniciado cuando la propia plataforma no cumplió con registrarse ante el gobierno del estado.

Este espejismo en el desierto de la orfandad política no parece ayudar mucho al proyecto de Mauricio Vila y sí en cambio le tienden una alfombra roja a cualquier candidato del PRI que pueda salir de este recinto.

Ante estos problemas, los memes que inundan facebook, twitter y whatsapp nos convierten en una comunidad virtual que se instala en la
carcajada, el escarnio y las ocurrencias.

Entre las recientes destaca una nota en la que el propio Paz señala a los hoy empresarios Patricio Patrón y a Luis Correa como prospectos a la gubernatura, algo así como un “anímese, cuñado”. ¿Trump a la yucateca?

En este mar de confusión blanquiazul los esfuerzos de Roger Torres Peniche para vender a Mauricio Vila en el interior del estado naufragan a la primera borrasca.

Incapaz de ver las llamas que se atizan frente a los mensajes de un grupo de panistas que se la rifaron con él en su campaña, pero que han sido relegados del banquete, Torres no ha logrado entender ni controlar a una oposición panista en el Congreso enfrascada en cálculos y
negocios electorales y que no sabe qué hacer con el descontento de una sociedad que culpa a toda la clase política del estado de las cosas.

Es más ni siquiera ha podido operar y tejer la posibilidad de una alianza con el PRD a pesar de sus coqueteos con la alcaldesa de MORENA en Valladolid.

Se dirá que es la tendencia mundial y que Yucatán no escapa al desencanto hacia gobernantes y partidos. Sin embargo, aquí es mérito del Rolandismo haber repartido costos con los empresarios para legitimar la andanada contra Uber, esa plataforma que hoy es bandera de una oposición que está lejos, muy lejos de verse unida y menos ante una luna de miel entre Rolando Zapata y Mauricio Vila, que poco a poco va cayendo en manos de los talibanes panistas y priistas que ya no quieren ni desean esta relación que consideran malsana.