Una tragedia golpeó a la comunidad de Richmond, Virginia, cuando dos personas perdieron la vida y otras cinco resultaron heridas en un tiroteo que ocurrió después de una ceremonia de graduación en un teatro del centro de la ciudad. El incidente dejó a cientos de asistentes aterrados, llorando y abrazando a sus seres queridos.

El jefe interino del Departamento de Policía de Richmond, Rick Edwards, informó durante una conferencia de prensa que un sospechoso de 19 años intentó escapar a pie pero fue detenido. Ahora enfrenta dos cargos de asesinato en segundo grado por su presunta participación en los homicidios.

El tiroteo tuvo lugar afuera del Teatro Altria, ubicado en el centro del Campus de la Universidad de Virginia Commonwealth y propiedad de la ciudad. El suceso provocó heridas de bala en cinco personas, mientras que al menos otras 12 personas recibieron atención médica debido a la ansiedad causada por el caos generado.

El jefe policial, Rick Edwards, relató que la escena fue caótica, con cientos de personas presentes en el parque Monroe que comenzaron a correr en todas direcciones al escuchar los disparos.

Según las autoridades, uno de los fallecidos era un estudiante de 18 años que acababa de graduarse, mientras que la otra víctima mortal era un hombre de 36 años que asistió a la ceremonia. Sin embargo, los nombres de las víctimas no fueron revelados oficialmente. La policía cree que el sospechoso conocía al menos a una de las víctimas, pero su identidad aún no ha sido revelada.

El jefe de policía Edwards expresó su consternación por lo sucedido y afirmó que este debería haber sido un lugar seguro, donde las personas deberían sentirse protegidas durante una graduación. Agregó que es increíblemente trágico que alguien decidiera llevar un arma de fuego a este evento y sembrar el terror en la comunidad.

Según testimonios recabados, el tiroteo ocurrió inmediatamente después de la ceremonia de graduación de la escuela secundaria Huguenot. Los disparos fueron escuchados por personas que salían del teatro y provocaron una estampida, con cientos de personas tratando de regresar al edificio para resguardarse.

El alcalde de Richmond, Levar Stoney, se pronunció en la conferencia de prensa, afirmando que harán todo lo posible para llevar ante la justicia a las personas involucradas en este trágico suceso y que este tipo de violencia no debería ocurrir en ningún lugar.

El superintendente de las Escuelas Públicas de Richmond, Jason Kamras, manifestó su frustración y fatiga ante la violencia armada que afecta a la comunidad y pidió un alto a estos actos.

El distrito escolar anunció la cancelación de una graduación programada para más tarde ese mismo día, así como el cierre de las escuelas el día siguiente como medida de precaución.

Las autoridades continúan investigando el tiroteo y brindando apoyo a las víctimas y sus familias. La comunidad se ha unido en solidaridad frente a esta tragedia y se espera que se tomen medidas para prevenir futuros actos de violencia en eventos públicos.