Pésimo trabajo es el que ha realizado Miguel Óscar Sabido Santana, presidente de la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Yucatán, por lo que no merece permanecer en el cargo.

En los años que lleva cobrando como ombudsman de Yucatán se ha mantenido pasivo ante un sin número de violaciones a los derechos humanos, cometidos por autoridades municipales, principalmente del interior del estado.

El presidente de la Codhey se ha enterado de abusos cometidos por policías municipales de diferentes pueblos, gente que ha muerto en cárceles, casos de tortura y demás violaciones a las garantías individuales y ha hecho caso omiso.

Ni siquiera parece que exista en Yucatán una comisión de derechos humanos, porque aunque la gente acuda a denunciar a dicha instancia nadie le da seguimiento a sus denuncias.

Sabido Santana y compañía solo sirven para cobrar su quincena puntualmente. Es un defensor que no defiente al pueblo, sino sus prestaciones.