Como buen priista, el senador plurinominal Rolando Zapata Bello es bueno para chorear, verle la cara a la gente y tratar de engañarla.

Desde hace unos meses se asume como “crítico feroz” del gobierno federal, pero su gente opera para la 4T, muy específicamente para Rommel Pacheco.

Personajes como su sobrino Esteban Fuentes Zapata, Víctor Caballero Durán, Sergio Vadillo Lora, entre otros pertenecen a su cerrado círculo político.

¿Qué tienen en común todos ellos aparte de ser leales a Rolando Zapata? Que ya renunciaron al PRI y ahora -de diferentes formas- operan a favor de Morena; incluso en varios medios se ha mencionado que trabajan para Rommel Pacheco, quien está obsesionado con la alcaldía de Mérida.

Incluso Sergio Vadillo creó su “asociación civil” con vistas a convertirse en partido político y volverse un satélite más de Morena, como el PT y el PVEM; evidentemente la mente maestra detrás de esa “organización no gubernamental” es el senador simulador.

Pese a que es obvio que Rolando Zapata es “la mano que mece la cuna”, él sigue con su papel de “oposición”, cuando todos sabemos que es inminente su llegada a la 4T.

En el año 2027, cuando el PRI pierda su registro, veremos a Rolando y muchos priistas cambiarse de partido y decir que “apoya el segundo piso de la cuarta transformación”.

Es cuánto.