Mérida, Yucatán a martes 18 de noviembre de 2025
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No cabe duda que el diputado priista Felipe Cervera Hernández jamás será como su padre, Víctor Cervera Pacheco, pues en el año y medio que lleva cobrando como presidente del Congreso del Estado ha demostrado estar totalmente lejos de la gente, es más, ni a su distrito (el séptimo) regresó.
Desde que asumió el poder en septiembre del año pasado, Felipe Cervera se olvidó de la gente que le dio el voto en el distrito siete estatal, en el sur profundo de Mérida, donde vive la gente más humilde de Mérida, con la cual jamás se ha identificado ya que él nació en cuna de oro.
De hecho, este año ni siquiera presentó su informe de actividades legislativas, aunque la gran mayoría de los diputados estatales tampoco lo hizo.
Como hemos señalado en muchas ocasiones, el triunfo de Felipe Cervera ha sido ampliamente cuestionado, pues el día de la elección se “perdieron” los paquetes electorales de nueve casillas, que contenían miles de votos.
Ni el IEPAC ni el INE intervinieron ante la “extraña pérdida” de estos paquetes electores; este hecho permitió que Felipe “gane” la diputación del distrito siete con apenas 374 votos de diferencia sobre su más cercana competidora, o sea, ni el 1% de la votación total de la demarcación, por lo que las autoridades electorales debieron haber organizado una segunda vuelta (nuevos comicios) pero no lo hicieron.
Para limpiar su imagen luego de este penoso suceso en el que el PRI casi pierde su bastión, el entonces gobernador Rolando Zapata Bello ordenó designar a Felipe Cervera coordinador de la fracción parlamentaria del tricolor, y por ende, presidente del Congreso del Estado.
Desde el 01 de septiembre del año pasado, Cervera Hernández se ha esforzado al máximo por oponerse a las necesidades de la gente y ha pasado como un diputado gris, nada empático con la población, rudo con los medios de comunicación que lo cuestionan.
Como todos recuerdan, antes que su prima Ivonne Ortega Pacheco ganara la gubernatura en el 2007 Felipe no trabajaba, le daba flojera ser oposición y nunca movió un dedo a favor del PRI.
Fue gracias a Ivonne Ortega y Rolando Zapata que Cervera Hernández se convirtió en dos veces diputado local, dos veces legislador federal, secretario de Desarrollo Rural, o sea, puros cargos públicos porqué jamás ha trabajado en la iniciativa privada.
De hecho, como buen junior piensa que el PRI le debe dar todas las candidaturas solo por ser hijo de Víctor Cervera Pacheco. Incluso, suspira nuevamente con ser diputado federal en el 2021. La pregunta es ¿los yucatecos volverán a votar por él?