Don Víctor Cervera Pacheco debe estar retorciéndose en su tumba al ver en que se convirtió su partido político, y al ver que su hijo Felipe y su sobrina Ivonne Ortega demostraron que no tienen vocación de servicio.
Hoy en sus redes sociales, la ex gobernadora de Yucatán Ivonne Ortega publicó lo siguiente: “Hoy es el XVI Aniversario Luctuoso de un gran hombre que dejó huella profunda en Yucatán y en México. Su trabajo y dedicación fueron escuela de muchas generaciones en la política y en el servicio público. Reconocido por partidarios y adversarios, tuvo la visión para anteponer siempre el bienestar general a cualquier interés personal o de grupo. Coincidimos y también discutimos en muchas ocasiones, pero siempre fue y será para mí un referente. Mi casa, que fue su hogar de la infancia, me recuerda siempre que hay que tener los pies bien puestos en la tierra y hay que trabajar todos los días. Y así todos los días recuerdo a don Víctor Cervera Pacheco”.
La gran diferencia entre Ivonne Ortega y su tío Víctor Cervera es que él nunca endeudó Yucatán, realizó muchas obras sin comprometer las finanzas del estado; mientras que Ivonne Ortega endeudó al estado, y hasta el día de hoy los yucatecos siguen pagando sus ocurrencias.
En el caso de Felipe Cervera, ya quedó muy claro que él no nació para servir al pueblo, él nació para servirse del pueblo, tan es así que lleva 13 años cobrando en diferentes cargos públicos de forma ininterrumpida.
La primera vez que fue diputado (2007-2009) aprobó la primera deuda de su prima Ivonne Ortega, quien era gobernadora. Como diputado federal aprobó todas las iniciativas del entonces presidente Enrique Peña Nieto.
Ahora como presidente del Congreso del Estado no ha presentado ninguna iniciativa que ayude a la economía de los yucatecos, sino todo lo contrario, lleva cuatro meses escondido en su rancho, mientras miles de yucatecos se mueren de hambre a causa de la pandemia y de la tormenta “Cristóbal”.