Jordy Abraham, el ejemplo del oportunismo político
El amo del transformismo
Fuente: REDACCION

En muchísimas ocasiones en este medio de comunicación hemos hablado sobre los “veletas”, aquellas personas que cambian de partido político como cambian de calzones.

Hoy toca el turno referirnos al ex priista y ahora panista Jordy Abraham Martínez, quien fue uno de los colaboradores más cercanos de Francisco Torres Rivas, desde que este último era secretario de Obras Públicas en el desgobierno de Ivonne Ortega Pacheco.

Abraham acompañó a Pancho Torres a lo largo de casi toda su carrera política: las veces que fue diputado local y federal. De hecho, fue Torres Rivas quien lo colocó como empleado de la administración estatal en los tiempos de Rolando Zapata.

Ahora aparece en el organigrama del gobierno del estado como jefe de departamento, pese a que diario lo vemos realizando actividades en Valladolid, ajenas a sus funciones como burocráta.

Mientras era el colaborador más cercano de Torres Rivas, Jordy Abraham creó una ocurrencia llamada “Masters Yucatán”, donde supuestamente enseñaban a los jóvenes a hablar en público.

La realidad es que “Masters Yucatán” fue un semillero de oportunistas políticos, que aspiraban a un cargo público cuando gobernaba el PRI, pero que luego se cambiaron al PAN: es el caso de Julián Zacarías Curi, alcalde de Progreso, y Arturo Patrón Cervera, funcionario público.

Tanto Julián Zacarías como Arturo Patrón hicieron su berrinche cuando el PRI, el partido que decían “amar”, no les dio ninguna candidatura.

Hoy Zacarías es presidente municipal de Progreso gracias al PAN, mientras que Arturo Patrón es funcionario público; este último presume ser heredero de dos “dinastías”: los Cervera y los Patrón.

Cuando estaba en el PRI Arturo presumía que su abuelo era Víctor Cervera Pacheco, y ahora que está en el PAN presume a su tíos Patricio y Cecilia Patrón Laviada. Se mueve de acuerdo al partido que esté en el poder.

Ambos sujetos estuvieron en la escuela de oportunistas llamada “Masters Yucatán”, creada por Jordy Abraham, quien presume ser “libanés”.

El caso de Abraham Martínez es muy “especial”, pues no solo pasó de priista a panista, ya que también pasó de motuleño a “vallisoletano” y de burócrata a “líder restaurantero”.

Un día el “ex priista empanizado” había dejado de ser promotor de la comunicación y se convirtió por arte de magia en “líder restaurante de Valladolid”.

Que tan mal tienen que estar los empresarios del ramo gastronómico de la Sultana de Oriente que nombraron “dirigente” a un muchacho que ni vive ahí ni tiene experiencia en esa actividad económica.

No cabe duda que fue un capricho de algunas personas imponer a un joven carente en lo absoluto de experiencia en restaurantes y que ni siquiera nació ni creció en Valladolid.

Aún así funcionarios de la administración pública se prestan al juego de Abraham Martínez, quien parece que lo único que le interesa es figurar a fuerza en los medios de comunicación, aunque no posea un liderazgo que lo avale.

Falta ver si sus actividades como dirigente empresarial no chocan con sus funciones como burócrata.