Nace primer bebé por inseminación post-mortem
Nace primer bebé por inseminación post-mortem. El padre falleció de cáncer en 2019. Cuatro años después, nace su hijo Guillermo.
Fuente: REDACCION

Lisboa, 17 de Agosto de 2023.- La historia de Ângela Ferreira ha resonado en todo Portugal y más allá, marcando un hito significativo en la historia médica y legal del país. Tras liderar una tenaz lucha por la legalización de la inseminación post-mortem, Ângela ha dado a luz a su hijo Guilherme, utilizando el semen criopreservado de su difunto esposo, Hugo Neves Ferreira, quien falleció en 2019 debido al cáncer.

El conmovedor nacimiento tuvo lugar a las 11:09, y el pequeño Guilherme pesó 3.915 kg y midió 50,5 cm al nacer. Ângela compartió su alegría en las redes sociales, expresando su gratitud hacia su difunto esposo por haber hecho posible este sueño. La historia de Ângela y Hugo se convirtió en un símbolo de determinación y amor, movilizando a más de 100,000 personas para respaldar su causa y llevarla hasta el Parlamento portugués.

La travesía de Ângela comenzó después de que Hugo expresara en vida su deseo de que Ângela tuviera un hijo utilizando su material genético, que había sido criopreservado antes de su fallecimiento. Tras intensos esfuerzos y enfrentar obstáculos legales, la inseminación post-mortem finalmente se legalizó en Portugal en noviembre de 2021.

La nueva ley permite que una mujer sea inseminada con el material genético de su pareja fallecida, siempre que exista un proyecto parental explícitamente consentido y se realice en un período de seis meses a tres años después del fallecimiento. En caso de que el proceso culmine en el nacimiento de un bebé, el niño es reconocido legalmente como el hijo del fallecido.

El nacimiento de Guilherme no solo marca un logro personal para Ângela y Hugo, sino también un avance en la legislación y la medicina en Portugal. Su historia refleja el poder del amor y la determinación, demostrando que los sueños pueden hacerse realidad incluso en circunstancias desafiantes.

Este emocionante capítulo en la historia médica y legal de Portugal destaca la importancia de la perseverancia y la comprensión del poder transformador de las decisiones individuales en la sociedad. El camino de Ângela y Hugo deja un legado que inspirará a futuras generaciones y desafiará los límites de lo posible en la medicina y la justicia.