Una jornada de diversión en las playas de Florida se tornó en tragedia el pasado martes cuando una niña de 7 años perdió la vida tras quedar sepultada en un hoyo de arena. La víctima, identificada como Sloan Mattingly, se encontraba de vacaciones con su familia en Lauderdale-by-the-Sea cuando ocurrió el fatal accidente.

El incidente ocurrió mientras la niña jugaba junto a su hermano, de unos 8 años, cavando un hoyo en la arena. Según los informes, el agujero colapsó repentinamente, atrapando a los dos menores bajo toneladas de arena. Los servicios de emergencia acudieron al lugar después de que una mujer alertara al 911 sobre la situación.

Los rescatistas se encontraron con el hermano de Sloan enterrado hasta el pecho y a la niña completamente sepultada debajo de él. A pesar de los esfuerzos desesperados por salvarla, la menor fue declarada muerta en el Centro Médico Broward Health en Fort Lauderdale. Su hermano fue hospitalizado y se encuentra en condición estable.

Este trágico incidente ha generado preocupación sobre los peligros de cavar hoyos en la arena, especialmente para los niños. En la última década, varios incidentes similares han ocurrido en la región, resultando en tragedias evitables.

Expertos advierten que la erosión de la playa, las tormentas y la remoción de arena pueden debilitar el terreno, aumentando el riesgo de colapsos como este. Recomiendan que los hoyos no sean cavados a una profundidad mayor que la altura de las rodillas y que se eviten las zonas cercanas a las dunas, donde el riesgo es mayor.

Aunque aún se desconoce si había un adulto supervisando a los niños mientras jugaban, este trágico suceso subraya la importancia de la vigilancia constante y la educación sobre los peligros potenciales en entornos recreativos como las playas.