Se ve que el Comité Estatal del PAN Yucatán no busca cómo gastar el dinero que reciben de los impuestos de los ciudadanos, pues realizaron un curso para formar “influencers”, pensando quizá en encontrar a la nueva Yosstop, al nuevo Rix (ambos en prisión) o posiblemente en descubrir a las nuevas “Chiquirrucas”, acusadas de abuso sexual y uso de billetes falsos.

Pese al nefasto prestigio que tienen los “influencers” en México y en todo el mundo, la cúpula del PAN Yucatán decidió gastar dinero de las prerrogativas que reciben en un curso para ser “influenciador”, oficio que no es otra cosa más que hacer lo que sea para ganar likes.

Por ejemplo, Yosstop tiene millones de seguidores a base de haber hecho bullying a mucha gente y burlarse de la desgracia de las personas. Incluso se dice que fue la responsable del suicidio de una chica trans a la que “destrozó” en uno de sus videos.

Las “chiquirrucas” son influencers que se hicieron famosas por humillar a personas de escasos recursos. Esta semana trascendió el video en el que ofrecen 500 pesos a un migrante por dejarse agarrar los genitales, y a la hora de cumplir su acuerdo le dieron al susodicho un billete falso.

Claro, en los casos tanto de Yosstop como de las Chiquirrucas monetizan los videos y obtienen dinero pisoteando a su prójimo.

Los influencers de nuestro país sienten que tienen permiso para violar la ley, para humillar a las personas como si el bullying fuera cosa de risa, en nombre de la "libertad de expresión" que ellos interpretan a su conveniencia.

Este curso para formar "influenciadores" fue autorizado por el dirigente panista Asís Cano Cetina, aquel que regaló una diputación a su esposa Karla Salazar. Solo se inscribieron 25 personas, lo que significa que fue un fracaso.